Reflexiones: Innovación y Tecnología, DCG - UNEFA-Mérida.

“Les damos la bienvenida porque Uds., en su calidad de sobrevivientes, están llegando de primero a una sociedad donde la teleinformación es la norma. Por eso es que son los últimos y los primeros. Los últimos de la cultura anterior, los primeros en vivir las cosas nuevas: Lo único permanente es el cambio.” Prof. José Gregorio Silva.

El ejercicio mental que desarrollos en el salón de clases en el cual nos imaginamos transportándonos en un cohete y ser unos simples espectadores para observar lo que es la innovación nos llevo a experimentar la catársis de lo que creíamos que era innovación hasta la disertación disruptiva del conocimiento al ser partícipes y reproductores de las nuevas fuentes de la innovación. En primer término, relacionamos conocimiento e innovación dos saberes que están estrechamente vinculados. No hay innovación sin conocimiento porque la innovación no se produce por azar se produce en organizaciones diseñadas para tal fin y donde el ausentismo normativo permite que fluyan los proyectos que condesan los secretos de la producción innovadora. Más allá de un halo místico para explicar la innovación hacen falta organizaciones donde se estimulan los proyectos que tienen un alto potencial de retorno económico o social. La innovación es un proceso sistémico y transdisciplinario y no necesariamente se produce en las universidades. La innovación es el proceso de desarrollar nuevos productos y servicios que son percibidos y aceptados por sus usuarios como tales.


En 1783 los hermanos Montgolfier durante sus frecuentes paseos por las afueras del pueblo en Annenay, Francia, habían reflexionado muchas veces sobre la facilidad con que las nubes, enormes depósitos de agua, se sostenían en el aire a grandes alturas, deslizándose impelidas por el viento. Esteban Montgolfier que ya tenía conocimientos científicos estudio un libro sobre el hidrógeno y las diferentes especies de aire, fue entonces cuando ambos hermanos en sus experimentos llenaron un globo construido con tafetán lo llenaron con hidrogeno y lo combinaron con aire caliente el cual logro elevarse en diferentes alturas. El 5 de junio de este mismo año lograron elevarse a 500 metros de altura, luego descendieron poco a poco a medida que el aire caliente se iba enfriando. Este hecho marcaba los anales del progreso, al experimentarse por primera vez la aeronavegación, siglos más tarde la aeronavegación ha evolucionado tanto que tenemos naves que viajan a grandes velocidades antes inimaginables. Lo que se quiere resaltar con esta alegoría es que no fue un hecho causal el que se descubriera la areonavegación, al igual que la manzana que cayó al suelo en presencia de Albert Eisten la historia ha estado marcada de ideas innovadoras que posteriormente permiten ser imitadas y hasta mejoradas con éxito. Galileo (El telescopio); Roberto Fulton (El Barco de Vapor); Jorge Stephenson (La Locomotora); Graham Bell (El teléfono); Guillermo Roentgen (El Tubo de Crookes), entre otros pioneros, que han contribuido a estructurar un mundo moderno y globalizado y que lo identificamos como un mundo ávido de innovación.

En el 2006, la humanidad ha transitado por cuatro etapas: el lenguaje, la historia, la imprenta y la teleinformación. Hoy día nuestro presente disruptivo nos obliga a pensar en la relación de La Word Wide Web (www) y la humanidad, Internet y la era de la información. El tiempo nos alcanzó tenemos mucha información y la manera más práctica de recogerla es por métodos “preteleinformáticos”. Por eso es que si nos divorciamos de los cambios de aprehención de los datos, información y conocimiento es mejor quedarse en el cohete y viajar a un mundo donde Internet no sea lo que es hoy para la humanidad una gran malla de computadores en la que los mensajes se descomponen y viajan de muchas maneras y por diversas rutas es decir, una herramienta poderosa que nos permite manejar el conocimiento de una manera fácil y económica. La Educación todavía no ha sido transformada por las nuevas tecnologías de la información. Pero el proceso se ha iniciado, por ejemplo, Los libros virtuales son una expresión representativa de la era de la teleinformación y se desarrollan con aportes procedentes de muchos sitios del mundo. Podemos tener mucho conocimiento pero no es suficente para tener poder. La fórmula para el mundo académico de nuestro presente es conocimiento + teleinformación = PODER.